ZOMBIEWALK de Sitges
Nuestro compi y amigo Luis nos cuenta su participación en la pasada Marcha Zombie del Festival de Sitges.
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ZOMBIEWALK: La marcha zombie del Festival de Sitges. El pasado 12 de octubre, invitado por la editorial Dolmen y en representación de la Agrupación “La Chica Zombi”, tuve la oportunidad de disfrutar de una experiencia única… durante unas horas FUI UN ZOMBIE. Dentro del programa de actividades del Festival de Cinema Fantastic y de Terror de Sitges, tiene cabida una singular celebración: Una noche, centenares de zombies llegados de todo el mundo, recorren lentamente las estrechas callejuelas del centro de Sitges, reivindicando su condición de Muertos Vivientes, reclamando su derecho a vagar lentamente (son zombies tipo Romero, claro), a ir ensangrentados, a comer humanos y a dominar la Tierra… Lo habitual, por otra parte en este tipo de seres. Es la denominada ZOMBIE WALK.
Para esta marcha anual, el instinto zombies nos impelía a congregarnos en las cercanías del edificio Miramar y de la playa de Sant Sebastian. Yo fui uno de los primeros “zetas” en llegar, ya que no quería perderme ningún detalle. Acudí a primera hora de la tarde, caminando (¿hace falta decir lo de lentamente?… no creo) desde el hotel, recorriendo el paseo marítimo bajo las miradas de los humanos, sorprendidos unos, asustados otros, cómplices la mayoría. También me topé con algún zombie tan madrugador como yo. Nos reconocimos a simple vista… En la zona de tiendas y carpas, la animación fue en aumento durante toda la tarde. En lo que a mí respecta, los humanos se dedicaron a dispararme (¿No es lo que hacen siempre a los zombies?), aunque fuera con cámaras en vez de con armas. Se agradeció el detalle… Lo cierto es que el cosplay que llevaba, sheriff Rick Grimes Zombie de “Walking Dead”, caló en los vivos que por allí pululaban y las peticiones de fotografías fueron incesantes… compuse mis mejores poses de No-Muerto para todas ellas.
A las 8, ya en penumbra, el grito de la actriz Lorenza Izzo hizo (jejeje) las veces de pistoletazo de salida para la invasión zombie de Sitges… y durante una hora y media supe lo que era SER UN MUERTO VIVIENTE… ese paso lento, cansino, la sensación de formar parte de una masa desprovista de individualidad, movida por un instinto básico, común a todos y cada uno de sus integrantes, chocando unos con otros, parando y volviendo a marchar, acechados por los humanos que nos vigilaban desde las aceras y se guarecían tras las ventanas, los balcones, las tiendas, los bares y nos disparaban incesantemente… fotografías, claro… todos zombies… jugadores de fútbol americano zombies, novios zombies, médicos y enfermeras zombies, curas y monjas zombies, jugadores de bádminton zombies, payasos zombies, culés zombies, moteros zombies, obreros zombies, amas de casa zombies, Caperucita y el Lobo zombies, Fredy Kruger zombie, visitantes de “V” zombies, monstruos zombies… Zombies, zombies y más zombies… a decenas, a cientos, casi a miles… El apocalipsis zombie de las películas, hecho realidad durante una hora y media…
Poco a poco la marabunta zombie fue llegando a su destino y, alcanzado el propósito común, empezó a dispersarse a través del laberinto de calles de la villa. Yo volví al hotel, un poco cansado de ser zombie. Deseando volver a ser humano y tumbarme en esa cama que los zombies no necesitaban, pero yo sí. A la mañana siguiente, todo lo acontecido la noche anterior parecía sólo el fruto de un sueño… Tocaba volver a la rutina, al día a día, al curro, a los problemas… Los zombies no curran, no tienen problemas, no roban, no prevarican, no se comen entre ellos, no mienten… Al final, va a resultar que vale la pena ser un zombie, JAJAJA. Habrá que volver el año que viene a la ZOMBIE WALK. Os lo recomiendo a todos.
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¡¡Gracias por el texto y referenciarnos fotos y video, Luis!!, ¡¡estás sensacional!! ¡¡Felicidades por ese primer premio!!
