Participación del Cochrane en la cabalgata de RRMM de Torrejón de Ardoz

La pasada cabalgata de los Reyes Magos de la ciudad de Torrejón de Ardoz tuvo unos invitados muy especiales con orejas puntiagudas (pese a que no eran elfos navideños) y phasers en posición de disparar caramelos. Nuestro compañero Ángel, junto con otros miembros del Club, estuvo allí y ha contado lo que vivieron. ¡Disfrutad su relato! 
 
El pasado 5 de enero varios miembros del Club Star Trek Cochrane de Madrid participamos en la cabalgata de Reyes Magos de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.
 
 
 
La cita fue tras la invitación que recibimos del propio equipo de gobierno del ayuntamiento y compartiríamos una de las treinta carrozas del desfile, concretamente la creada para la Legión 501 de Star Wars.
 
El evento empezaba a las 18.00 pero antes quedamos en un polideportivo de la localidad donde nos cambiamos y pusimos nuestros uniformes trekkies. Desde allí y en un autobús fletado por el ayuntamiento, nos trasladaron hasta el inicio de la cabalgata. Era divertido ver el ambiente en el autobús,  un grupo de miembros de la flota estelar, rodeados de storm troopers y otros miembros de la Legión 501. Luego, en comitiva, buscamos  la carroza junto a la que íbamos a ir.
 
 
 
 
Ya en el autocar vislumbramos lo que iba a ser la tónica durante toda la cabalgata: la lluvia y el frío, que nos acompañaron sin darnos tregua durante las dos horas que duró el recorrido. Si queréis apreciar en su justa medida la magnitud del aguacero, os animamos a buscar en YouTube algunos de los muchos vídeos que aficionados han colgado del evento. Una vez más comprobamos cómo nuestros uniformes son para cosplay de salón, necesitando mejorarlos para adaptarlos a las diferentes condiciones climatológicas. Más aún cuando desde el propio ayuntamiento nos han comunicado lo contentos que quedaron con nuestra participación, planteándose contar con nosotros para otros eventos.
 
 
 
De todos modos y a pesar de la lluvia, la respuesta del público asistente fue fenomenal. La ilusión de los niños,  sobretodo, por saludarnos, darnos la mano,  hizo que en ningún momento del recorrido desapareciera de nuestras caras la sonrisa. Además comprobamos una vez más, la gran cantidad de aficionados a nuestra saga que hay en esta población y que exultantes nos saludaban con ese saludo vulcano que hemos convertido en universal.
 

 

Finalmente, y tras escurrir nuestros uniformes y cambiarlos por ropa seca, celebramos comiendo un rico roscón de reyes el colofón de unas navidades inolvidables. Larga vida y prosperidad.

 

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